UN CUERPO
Un cuerpo productivo y maduro no es
parte de la casualidad, más si esa persona debe marcar la diferencia ante todos
los demás.
Cuando vamos a la biblia y Dios
describe SU IGLESIA, lo hace en términos no solo espirituales invisibles sino visibles
en el cielo y la tierra.
No vamos a lograr ir a ninguna
parte si realmente somos un cuerpo unido, no solo por temas de fe o
doctrinales, o solo de visión y metas de nuestra iglesia, quizás creas que nos
une las actividades, pero cuando ellas cesan ya no somos ese cuerpo.
El cuerpo no puede desvanecerse en
el tiempo o porque dejamos de hacer tal o cual cosa, sino debemos estar unidos
en todo sentido y diariamente pero como podemos lograr eso.
Parece difícil, porque somos
familias y vidas diferentes, pero Dios nos llama a ser UN SOLO CUERPO, para que
eso suceda que debemos tener o en que debemos estas unido según la biblia.
Si deseamos crecer, madurar y ser
productivos como el cuerpo de CRISTO es, debemos tener en cuenta algunos
principios inquebrantables, inmutables al paso del tiempo o trascendentes a
solo actividades.
Hay una gran diferencia entre un
montón de piedras y un edificio, el plan y la forma de cómo están unidas, si
queremos ser esa iglesia que avanza en diferencia a otras debemos seguir esos
principios.
Esos principios son:
1.- Estructura: Un cuerpo espiritual unido entiende las
responsabilidades y reconoce la estructura del cuerpo, sin desmerecer su
función en la casa de Dios.
1 Cort. 16: 15-18: Recuerda que
Cristo dice que él es la CABEZA, como cuerpo sabemos que nuestra estructura
tiene como presidente general de nuestro cuerpo a la cabeza, que es Jesucristo,
imagina que un padre se comporta solo como amigo de sus hijos, al final lo que
sucederá es que los hijos le falten el respeto al padre.
Como cuerpo de Cristo, sabemos
quien es la cabeza y quienes son parte de la estructura en nuestras vidas
espirituales como familia, sabremos honrarlos, sabremos obedecerlos como quien
dará cuenta de nuestra vida, y a quienes nos guían reconocerlos con amor y
respeto.
2.- Sinceridad y Perdón: 1 Juan 1:7: Para andar en unidad debemos ser
sinceros, hablar con la verdad y ser sinceros cuando busquemos el perdón.
Si andamos en la verdad, siendo
sinceros y buscando el perdón para vivir en armonía, sabré vivir como un solo
cuerpo, porque no puedo aislarme del cuerpo de Cristo, imagina aplicar un
torniquete en tu brazo, tu cuerpo sufriría ya que no dejarías correr la sangre
de manera natural y quizás pierdas el brazo o la vida.
Si sabemos vivir en unidad siempre
estaremos informando porque dejamos de venir a la iglesia, pero no podremos
vivir separados de él, eso quizás traerá que esa persona vaya muriendo poco a
poco, o nunca se sintió parte del cuerpo de Cristo y solo era un adherido a
nuestra familia.
Pero si es por causa de algún
miembro tendremos el valor de confesar nuestros pecados unos con otros Santiago
5: nos enseña que debemos confesar unos con otros, sin temor a ser juzgados ya
que nuestros líderes tendrán ese amor restaurador y sincero de como volver a
ser parte del cuerpo de Cristo.
Mateo 18: 15, 16: Ve en privado
conversa con él o ella, necesitamos aplicar mateo 18, no podemos quedar como si
nada hubiera pasado, es tan insistente Dios con ser sinceros y pedir perdón o
cerrar malos entendidos de manera personal, hasta el padre nuestro dice
“perdona mis pecados como yo perdono a los que me ofenden”, o antes de echar tu
ofrenda ve hacia tu hermano y pídele perdón, si queremos ser un SOLO CUERPO,
debemos buscar una solución a los malos entendidos no dejemos que el chisme
destruya nuestras relaciones con los de la iglesia.
Ser un CUERPO nos anima a ser
sinceros y buscar el perdón.
3.- HUMILDAD: 1 Pedr. 5:5,6: Se requiere de humildad para buscar la
armonía en el CUERPO DE CRISTO, no solo para reconocer nuestros errores, sino
celebrar los logros de nuestros hermanos de la iglesia, muchos de ellos quizás
creas que no se merecen estar, pero debes tener humildad para celebrarlo y
disfrutar de tu hermano recibiendo lo que Dios permitió que alcance.
El orgullo es parte del arma que
usa satanás para desbaratar EL CUERPO de Cristo, cuando comienzas a servir es
cuando tu orgullo va menguando, lo puedes hacer en la casa de Dios, hay mucho
que hacer, hay mucho que dar, porque cuando el te ponga en lugares que nunca
has imaginado es porque los serviste en lo secreto.
4.- FIDELIDAD: Lc. 16:10-12: debes ser fiel a la responsabilidad que se
te ha dado, no por agradar al pastor, sino al que te da la oportunidad de
servir al más grande de TODOS A DIOS.
El grado de fidelidad en el griego
original significa fidelidad en: en el servicio, en las finanzas, y en lo
ajeno.
La fidelidad se muestra en cada
acción que nos toque, porque sabemos a quién se lo damos, entonces somos un
cuerpo unido productivo y agradecido.
5.- FRUTO: Jn 15:5,6: Si ya llevas un año con nosotros y dices que aun
no llevas fruto, debes comenzar a pedirle a Dios poder hacerlo.
No somos un árbol para hacerlo,
somos hijos de Dios, llamados HA SER Y HACER DISCÍPULOS, no puedes pasar la
oportunidad de hacer discípulo.
DEBES hacerlo, ser parte del cuerpo
de CRISTO, no es una opción es un mandato que hacer, y decirle Dios toma lo que
me disté, acá esta con lo que hice con ella.
Ser parte del cuerpo de Cristo es
dar frutos para el REINO DE LOS CIELOS, llevar fruto solo lo puedes hacer en la
tierra, aun tienes chances de hacerlo, no importa si eres pastor, o un nuevo
convertido, debes hacerlo, discípula familias, parejas, una persona, un joven
un niño, etc. Pero siempre debes hacerlo.
6.- RESPONSABILIDAD: 2 Cor. 5:10: Imagina tener que mantener a un hijo
de 40 años mientras sus padres ancianos trabajan para que el bebito de 40 años
siga en casa.
Parece un mal chiste pero muchas
iglesias crean cristianos dependientes de solo RECIBIR, y pasan tanto tiempo
recibiendo y NUNCA DANDO, entonces creamos vagos espirituales, sin metas o
sueños, o disfrutar de los beneficios de los que significa ser responsable con
lo que recibimos de parte de Dios para DARLO a otros.
Un cuerpo productivo, es porque sus
miembros son responsables, si eres parte del cuerpo de Cristo, eres un miembro
productivo.
Somos una iglesia conforme al
corazón de Dios, donde él es la cabeza, de nuestra iglesia donde nosotros solo
somos el cuerpo, ese cuerpo que obedece a nuestro SEÑOR, no podemos vivir
independientes creyendo que lo haremos a nuestra manera.
Porque si no es Dios quien dirige
no eres parte del cuerpo, solo eres un cuerpo extraño y no merecedor de sus
bendiciones.
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