EMPIEZA UNO POR UNO – EMPIEZA CONTUS RELACIONES
interpersonales y sociales.
En
muchos aspectos la Iglesia4 de Jesucristo es como esa
plantita o como el bulbo de tulipán.
Alrededor
del mundo la Iglesia ha sido plantada pequeña y débil y ha crecido para llegar
a ser una fuente de protección, de vida nueva y un creciente interés por la
salud y alimento espiritual de otros.
Pablo
subrayó este mismo enfoque sobre el pueblo de Dios desde la perspectiva del
Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento utiliza la palabra ekklesia por lo
menos setenta y tres veces e invariablemente el significado implica la idea de
una asamblea—ya sea la reunión o los individuos reunidos.
Mateo 22:
Isaias 55:11
El
anhelo de los cristianos por el crecimiento numérico involucra una actitud de
la Iglesia, su lugar en la misión de Dios y su papel en el mundo. Es la actitud
que Pablo mostró cuando dijo: «Desearía que yo mismo fuera maldecido y separado
de Cristo por el bien de mis hermanos, los de mi propia raza» (Rom. 9:3 NVI)
1
pedro 2:9- 10: eres linaje escogido, sacerdocio,
La
tesis de este capítulo es que la Iglesia misionera surge cuando sus miembros
participan progresivamente en la razón-de-ser de la Iglesia en el mundo a
través de «koinonía, kerygma, diakonía y martyria». Por lo tanto, necesitamos
dar un vistazo más de cerca a estas palabras, considerándolas desde una
perspectiva bíblica. Junto a cada palabra está una declaración que podría
resumir ese aspecto particular de la razón-de-ser de la Iglesia en el mundo.
koinonía: «Amaos los unos a los otros» (Juan 13:34–35; Rom. 13:8; 1
Pedro 1:22).
kerygma: «Jesús es Señor» (Rom. 10:9;
1 Cor. 12:3).
Diakonía: «A uno de estos mis hermanos más
pequeños» (Mateo 25:40, 45).
Martyría: «Seréis mis testigos; reconciliaos con
Dios» (Isa. 43:10, 12; 44:8; Hechos
1:8; 2 Cor. 5:20)
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